viernes, 10 de septiembre de 2010

Un día muy especial

He vuelto a dejar este blog navegando en el universo de la red. He sentido pena de eliminarlo.

Hoy necesito volverlo a utilizar para hablar de sentimientos.

Todos los años, vuelvo un par de días a esos lugares dónde pasé los mejores recuerdos, los días más felices. Las vacaciones en casa de mis abuelas.

Coincide mi visita ahora con la fiesta del pueblo. De un pueblo que se desmorona cada día que pasa. Coincide también con el aniversario de la muerte de mis padres. Yo que me confieso no creyente, yo que siempre dije que no iría al cementerio nada más que el día del entierro. Todos los años llevo un pequeño ramo de flores. Que absurdo! sé muy bien que al llegar la noche saldrá el cierzo y el ramo de flores irá al suelo. Y sien embargo, siempre pienso que a ella le gustaban tanto las flores! y rezo un padrenuestro y esto es más absurdo aún en alguien como yo...y pienso que a ellos les gustaría...

Son dos días de ritos religiosos, que sigo con emoción, con la emoción que mi gente me contagia, soy cofrade, que absurdo! yo que no soy creyente. Este año creo que por primera vez le he pedido a la Virgen un deseo, no ha sido para mi, ni para los míos... y lo he hecho con fé . Yo que no soy creyente.

Salí de misa la última y caminé detrás de las casi 200 personas que se dirigían a festejar la fiesta. El mismo cielo de mi niñez, diferentes las casas, arregladas y pintadas la mayoría, las calles ahora de cemento, un poco cambiado el pueblo, muy cambiadas sus gentes, como hemos cambiado todos en los 50 años que han transcurrido. He recordado una por una las casas y las personas que habitaban en ellas, todas de mi familia..cuántas ausencias ya.. me he visto reflejada en los ojos de otros, cuántos ojos como los míos. Personas jóvenes que seguro llevan mis mismos genes y a quienes apenas conozco. He observado la decadencia y decrepitud de aquellas personas que fueron mi referente en otros tiempos, de las pocas que quedan ya, acuciadas todas por los achaques propios de la vejez...en silencio he llorado al verlas, ha sido inevitable...los recuerdos, mi vida casi transcurrida...

Mi regreso anual siempre es un día muy especial. Lleno de emociones, alegría por volver, saber que formo parte de ese lugar, que allí están mis raíces, alegría de volver a ver a todos. Y una enorme pena al recordar a los que no están, al recordar mi tiempo ya pasado...