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miércoles, 23 de septiembre de 2015

La mala leche de los paraguas

Vosotros creéis que los paraguas vienen con chip de fábrica? 

Hoy tocaba ir de compras y llovía a ratos, otros ratos jarreaba. Odio el paraguas. Es un objeto ingenuo y simpático mientras se mantiene quieto en el paraguero de la entrada. Te lo cuelgas del brazo un día de lluvia y adquiere vida propia con chip chino de fábrica.

Vas por la calle y no sólo tu paraguas tiene chip retorcido y se va enganchando con sus congéneres, el de la señora más bajita que acaba de pasar ha ido directo a meterte un viaje en el ojo ¡el muy h.p! Los paraguas nos odian. 

Centro comercial. Haces la primera compra, Le molesta que metas la mano en el bolso y trata de impedirtelo, hasta que decides colgarlo del mostrador y que te deje en paz mientras buscas con qué pagar. 

Señora no se olvide el parguas!!! te dice la dependienta, ajena a tu mala relación con él. Otra vez te lo cuelgas , en una mano el bolso y la bolsa y colgado del otro brazo el paraguas. 

Te pones a mirar una prenda y te agachas a cogerla de una torre de prendas en una mesa más baja, pues nada, no solo se queda tieso y no se agacha sino que se tropieza con toda la torre de pantalones y todos los pantalones por el suelo... keep calm piensas desde dentro y te agachas más para recogerlos. Lo haces con dificultad la mano izquierda lleva el bolso y la bolsa y de la muñeca derecha cuelga el paraguas. Ya has conseguido tu objetivo...ahora a volver a colocar los pantalones de forma que no se note mucho tu estropicio... Crees que te voy a dejar ? piensa el paraguas...y claro que no, en esos momentos se abre y ya no sólo se vuelven a caer los que llevabas en la mano sino que como si fuera una película de Chaplin se te cae el bolso y la bolsa...y el paraguas impasible sigue abierto colgando de tu brazo, encajado entte dos mostradores. Los chinos nos tienen manía estoy segura....pero conmigo no van a poder!!! cierro el paraguas y lo ato bien atado sin levantar la cabeza del suelo porque tengo la impresión de que si yo no miro no me ven y no ven al impresentable que cuelga de mi brazo que ha salpicado de agua a todas las prendas de los mostradores de alrededor. Lo dejo en el suelo y lo piso con el pie para que no se mueva mientras vuelvo a recoger prenda por prenda y las coloco. Después cojo el bolso, la bolsa y levanto mi bota del paraguas chino con chip cabroncete. 

Si no fuera porque afuera sigue lloviendo juro por los muertos del paraguas que lo habría abandonado en el centro comercial. 

sábado, 31 de enero de 2015

Estrellitas rosas y soles blancos...

 -Ela tellita osa  

Yo pego tellitas osas y soles blancos en el dorso de tu mano, mientras te abrazo e intento detener el tiempo, atrapar ese instante y hacerlo eterno, emborrachar mis sentidos de ti. Borrachera de ingenuidad, de ternura, de bondad, de alma limpia y pura. Tu me devuelves el abrazo y acurrucas tu cabecita mimoso en la curva de mi cuello , yo te beso mientras te digo bajito al oido. Te quiero mucho, mi niño bueno.

domingo, 1 de junio de 2014

La puerta al final del jardín...


Caía la tarde, el sol doraba aún más el paisaje...la atmósfera era cálida y  aún trinaban los pájaros buscando acomodo en los árboles. Desde la casa, sentada en el porche miraba ensimismada la puerta del fondo del jardín. Alguna vez me había atrevido a llegar hasta ese lugar, incluso alguna vez había curioseado a oscuras el interior. Una habitación cuadrada, vacía sin nada dentro...tan sólo una mesa y dos sillas en el centro. 

Estaba sóla en la casa y decidí llegarme hasta allí y mirar con detenimiento. Cogí una cena frugal, un poco de fruta y un vaso de leche. Abrí la puerta y la dejé abierta para que entrara la luz. Posé mi cena sobre la mesa y giré la cabeza en redondo escudriñando con la mirada la habitación. A mi lado a la derecha, un fogón de azulejos blancos con un escurreplatos y media docena de platos todos diferentes. Las otras tres paredes estaban recubiertas de paneles de madera de color roble..

Me acerqué un poco más y empujé lo que parecía ser un armario. Dentro había unas cuantas perchas con vestidos de vivos colores, quién había podido dejar esos vestidos ahí? o tal vez alguién vivía allí.

Al fondo descubrí otra puerta que abrí...daba a una calle por la que yo nunca había transitado. Era un camino polvoriento, flanqueado por casitas similares a la que yo tenía tras de mi. En la primera de ellas, en un pequeño jardín, una señora hindú con sari largo daba la mano a una niña, ambas volvieron la cara para mirarme. Yo no podía ver sus caras porque el sol se estaba terminando de meter por detrás de ellas. Les pregunté si sabían quién vivía en esa casita. La niña respondió:- una chica jóven, la madre no dijo nada, puede que no entendiera mi idioma... Bajé por la calle y seguí preguntando a todos los  que me encontraba al paso, nadie supo decirme quién vivía en aquella casita que cada vez quedaba más lejos. Era muy extraño puede que hubiera un pacto de silencio, si la niña hindú la había visto era imposible que el resto no la viera.

El sol finalmente se puso, la oscuridad poco a poco fué total, quise volver, de pronto tomé consciencia de que había violado la intimidad de alguien, me sentía como ricitos de oro, la niña del cuento de los tres ositos. Había entrado en una casa y lo que es peor había dejado mi vaso de leche y mi fruta sobre la mesa. Sentí pánico de ser descubierta. Quería volver pero ya me había pasado otras veces en otros lugares, cuánto más intentaba volver más me alejaba, la angustia se apoderaba de mi  a cada paso que daba, a la derecha, luego a la izquierda, otra vez a la derecha...ya no había nadie en el camino y tampoco había casas, nadie a quien preguntar como volver....

A lo lejos pude ver las bombillas amarillas de un suburbio de no sé cuál ciudad.... 

domingo, 12 de enero de 2014

No soy un robot

http://www.imagui.com/a/gif-de-robots-cLLrdxMeK


Tiene gracia la cosa!!! Demuestre que no es VD un robot.

Y para demostrar que no soy un robot cada vez que hago un comentario en un blog tengo que escribir dos "palabras" sin sentido, de esas que se te quedan atragantadas o dos cantidades numéricas. No es suficiente con que me haya enrollado en el comentario... además tengo que demostrar que no soy un robot y que llevo las gafas puestas, incluso a veces tengo que echar mano de la lupa y de la imaginación para ver que letras son o si son mayúsculas o minúsculas. Y ya si ni con esas lo logro descifrar, hay que volver a darle hasta que seas capaz de ver lo que pone.  Y todo para demostrar que no soy un robot? ¡contras! pues si ya entro con mi identidad bloguera a hacer el comentario ¿que más quieren?

 ¿No hay otra manera ? ¿Que tal un espejo?,  ¿ y dejando la huella? , ¿y santo y seña? al menos sería siempre lo mismo y no tendría necesidad de dejarme los ojos pegados a la pantalla, y digo yo... ¿y por qué tienen que ser ilegibles? ¿por qué los palabros no están rectos y no tienen las letras del mismo tamaño?, ¿es que acaso los robots no pueden leer las palabras con las letras amontonadas?...

A ver si va a ser que soy un robot...


jueves, 15 de noviembre de 2012

Hoy he querido recordarte




Relato para un concurso que nunca se celebró.

Hoy quiero recordar…

Los veranos de nuestra niñez, cuando cogidos de la mano, correteábamos entre las mieses y apenas sobresalían  nuestras cabezas sobre las espigas de trigo, los dos rubios y perfectamente camuflados en la distancia, jugábamos a escondernos de nuestros mayores.

A veces me hablabas de él, de tu compañero de juegos en el colegio y despertabas mis celos de niña.

Revoloteábamos con las mariposas de vivos colores, buscábamos enjambres de abejas colgados de los árboles, chapoteábamos  en el río,  en los hilillos de agua plateada que serpenteaban entre los cantos rodados y acurrucados detrás de los juncos, espíabamos a las ranas…

Todos los días eran aventura, todos los días la misma aventura y todos diferentes…

Dormíamos la siesta tumbados a la sombra de los chopos de la ribera, y mecidos por el canto de las chicharras, el croar de las ranas y el calor del estío adivinábamos blancas sombras chinas en el intenso azul de nuestro cielo castellano.

Hueles a trigo te decía…tu hueles a menta me respondías

…..

Hoy quiero recordar

Los veranos de nuestra adolescencia, nuestros tranquilos paseos por los mismos lugares de nuestra niñez, tus proyectos, los míos, el soñar juntos en compartir también los otoños, los inviernos, las primaveras…

Seguías hablandome de él, de tu mejor amigo, y yo deseaba conocerle.

De nuevo la misma ribera, los mismos paisajes, diferentes los juegos…diferentes tiempos aquellos, en los que las mariposas de colores aleteaban  dentro de nosotros cuando nos cogíamos de la mano, las caricias electrizaban nuestro cuerpo y tu mirada era TODO

Sabes a trigo te decía…tu sabes a menta me contestabas…

…..

Hoy quiero recordar

La terrible noticia de aquel  otoño, justo en el momento en que comenzaban a hacerse realidad nuestros sueños… tu enfermedad… tu esperanza, la mía

No fue posible… en primavera, cuando de nuevo tocábamos la felicidad con la punta de los dedos, sucedió lo inevitable

No quise volver a recordarte. Activé en mi mente todos los mecanismos posibles para que tu memoria no me causara dolor, borré todo aquello que pudiera recordarte, levanté un muro y me escondí tras él.

Han pasado muchos años sin ti, sin recuerdos pero a veces, raras veces, cuando esa atmósfera dorada y mágica de nuestros atardeceres se volvía a producir, el olor a trigo inundaba mi entorno y notaba la suave caricia de tus manos entre mi pelo y era inevitable que mis ojos se llenaran de lágrimas… de nuevo la realidad, de nuevo sin ti, de nuevo el muro que separa el pasado del presente…

….

Ayer, de forma casual, me presentaron a alguien… no puedo explicar lo sucedido…después del protocolo de las presentaciones y sin saber nada de él, le pregunté por ti… quizás era el atardecer dorado, quizás olía a trigo, tal vez revoloteaban de nuevo mariposas de colores…Él, después del asombro ante la pregunta, supo quién era yo, emocionados ambos nos disculpamos del resto y nos fuímos…

Lloré  recordándote, todo lo que durante estos treinta años  no pude  hacer. Recordamos tu inteligencia, tu bondad, tus proyectos… nuestro dolor… y poco a poco la sensación de paz se iba apoderando de nosotros… el reloj se paró primero, para retroceder después y revivir nuestros recuerdos contigo…

Flotábamos en la atmósfera de la nostalgia cuando nos despedimos, nos abrazamos y nos emocionamos de nuevo _ hueles a trigo sussurré -y tu sabes a menta … alcé mis húmedecios ojos  y creí ver tu mirada en los suyos.


Hoy he querido recordarte

viernes, 19 de agosto de 2011

Yo persigo burbujas mágicas

 Yo persigo instantes felices,
volátiles, efímeros,
busco esa pizca de ilusión
con la que  aderezar
 la rutina diaria.

Nubecillas pasajeras,
soplos de aire fresco
que estimulan mi espíritu,
burbujas mágicas
repletas de vida

lunes, 4 de julio de 2011

Puedes?


Puedo oir tu voz cuando te leo.
Puedo sentir tu risa bailando entre tus palabras.
Puedes tú, del mismo modo, escuchar  la mía.

Puedo vivir contigo tus recuerdos.
Puedo saber de tu lucha diaria,
de tu aferrarte a la vida.

Puedo notar tus silencios,
cuando tus lágrimas resbalan y caen sobre el teclado,
mientras yo me trago las mías

Inútil amago de fortaleza,
cuando  lleno tus silencios de esperanza ,
sabiendo que es labor  perdida

Puedes tú sentir mi impotencia, mi rabia contenida ?
Puedes?

martes, 28 de junio de 2011

Atrapando atardeceres


Mis pensamientos son como mariposas,
que van de flor en flor y apenas se detienen,
a veces liban el néctar de las flores,
otras se enmarañan en un ir y venir sin orden ni concierto.

Corren, revolotean, caen en la tela que otros tejen,
 luchan por huir de la trampa,
y levantar de nuevo el vuelo, 

luego, en la hora mágica del atardecer,
 se transforman en sueños.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Reivindico mi derecho a ser María.

 Esas cosas que aprendes de niño y que se te gravan en la memoria.

" Siguiendo su camino, entraron en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra. Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. A cierto punto Marta se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude.» Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.» "
Lc. 10, 38-42

No sé por qué pero en mi consciencia de niña este pasaje del evangelio venia a calmar mi mala conciencia ante mi laxitud y vagancia. Y tal vez por eso, este evangelio es de los que más simpatías despiertan en mi.

Yo necesito tiempo para ser María. Para dedicarme a la vida contemplativa. La vida contemplativa es siempre la más enriquecedora. Es la que más concentracción requiere. Contemplar lo que acontece a nuestro lado es la única forma de aprender;  capturar imágenes, comportamientos, sensaciones, paisajes, fauna, flora, luz, color...todo entra en el contemplar y todo forma parte del aprendizaje diario que es la vida.

Y esto viene a cuento por ese afán de muchos de trabajar y trabajar, trabajar no sólo para satisfacer las necesidades primarias sino para satisfacer otras necesidades impuestas y creadas por uno mismo. De forma que se vive sólo para el trabajo y se trabaja para vivir, en un círculo cerrado del que nadie sabe salir, consumiendo su existencia en malvivir.

Siempre me ha mareado ese tren de vida. Creo que si hubiera viajado en él habría llegado un momento que le hubiera dicho al revisor aquello de ...Yo me apeo en la próxima ...incluso me habría apeado en marcha.

Demasiadas Martas trajinando y muy pocas Marías contemplando.

Yo reivindico mi derecho a ser María.

miércoles, 21 de abril de 2010

Memoria genética


Una vez más mis chaladuras.

No sé si a vosotros os ha ocurrido alguna vez esta coincidencia o serendipia, esa palabra que mi amigo J. Antonio me enseñó hace unos meses. Un día ves algo, o te encuentras en un lugar y dices yo ya he estado aquí o esto ya lo he vivido. Recientemente es algo que me sucede con frecuencia.

A veces, en el quehacer diario pienso que he repetido en tantas ocasiones las mismas acciones, que esa debe ser la razón por la que me digo ¡pero si esto ya lo hice! y lo tengo en mi mente clarisimo...

Yo no le encuentro ninguna explicación a esas extrañas coincidencias. Hace poco leía yo un libro de principios del siglo pasado y el protagonista tenía un nombre y un apellido, mientras lo leía, oía a la vez en la radio las noticias del día y de pronto a alguien que se llamaba y apellidaba como mi protagonista le había sucedido algo. Y no es que mi protagonista se llamara José García, no, ya no recuerdo su nombre y apellido pero recuerdo que pensé que yo no los había oido nunca.

Esto de pequeña me sucedía con frecuencia a veces pensaba en algo y en el mismo momento alguien en la radio hablaba de lo que yo pensaba.

Estos extraños fenómenos los he comentado con otras personas a las que les sucedía lo mismo.

Respecto al aquí ya he estado, o al yo ya he pasado por esto, ultimamente me ha dado por pensar que no es que yo tuviera una vida anterior y que por eso recuerde esos lugares o situaciones como imaginaba antes, sino que tal vez exista una memoria genética que de alguna manera grave en nuestros genes las vivencias, y puede ser que algún antepasado a través de esos genes me haya pasado las suyas.

Y en esas elucubraciones andaba yo cuando el sábado pasado con un grupo de amigos decidimos ir a visitar la iglesia prerrománica de San Salvador de Valdediós (Villaviciosa- Asturias ) que aparece en la foto. Después de dar mil vueltas para encontrarla y perdernos en el paisaje asturiano ( ¡que guapa ye Asturias! ) al final, muy al final, llegamos al lugar. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y pensé ¡no puede ser! ¡otra vez me sucede lo mismo!¡ya he estado aquí!... la vivencia la recordaba perfectamente y recordaba el aparcamiento y la verja y todo...

En voz muy baja y casi pensando esto no es real no puede ser real, dije el consabido ¡ yo ya he estado aquí ! y oí a mi marido que me decía:

- ¡yo también!. Estuvimos aquí hace muchos años ya no lo recordaba.

y respiré aliviada.

miércoles, 27 de enero de 2010

Cuando calla la voz...hablan las miradas.


Si todos nuestros sentidos están conectados con nuestro cerebro, si todos nuestros sentidos dejan su huella en la memoria, los ojos además están conectados con el alma.

Los ojos hablan lo que la boca calla o lo que la boca niega. Nunca engañan. Hay que saber mirar a los ojos. Brillan de emoción, rien, lloran, acarician, reprenden...todo cabe en una mirada.

Hay ojos que bajan la vista, que no coinciden con tus ojos, que se esconden. No siempre porque su boca miente y temen ser descubiertos. A veces por timidez o por proteger su interior de la curiosidad malsana.

Ojos que miran de frente, retadores, orgullosos y soberbios y otros que lanzan su cálida mirada y te invitan a pasar a su casa.

Los ojos siempre son... las ventanas del alma.

domingo, 10 de enero de 2010

Lazos persistentes



Tú eres mi soporte.
Me aferro a ti.
Te abrazo una y otra vez.

Déjame acosarte
con mi maraña de abrazos cálidos,
porque necesito pegarme a ti para crecer.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Lazos efímeros...



Agua que se escurre entre los dedos
Trenza de pelo limpio que resbala
Brillo en la mirada
Tejer y destejer
Penélope teje y desteje ilusiones

Fruta en sazón
Vuelos de mariposas
Instantes de felicidad
Tejer y destejer
Penélope teje y desteje sentimientos

Árboles desnudos
Calor de hogar
Un loco deseo
Tejer y destejer
Penélope teje y desteje sueños

miércoles, 11 de marzo de 2009

El baúl de los recuerdos

Tras los cristales veo caer la lluvia en una fría tarde de invierno... Poco a poco mi mirada se pierde en lontananza, mirando sin ver, viendo hacia dentro. Abriendo la tapa del baúl que contiene los recuerdos.


Revuelvo en su interior y me distraigo con imágnes de otros tiempos, paso algunas de largo y en otras me entretengo, ahora una sonrisa y luego un rictus de amargura, las más de las veces imagenes en sepia cubiertas por el polvo de la indiferencia. Tardes de lluvia dedicadas a ordenar el baúl de los recuerdos. A recuperar por unos momentos aquellos que merecieron la pena y a esconder en lo más profundo aquellos otros que debieron ser totalmente olvidados. A hacer hueco para almacenar vivencias recientes que deseo guardar para rememorar y embelesar otras tardes de invierno.


Ya es de noche y afuera sigue lloviendo

martes, 24 de febrero de 2009

Garabatos blancos sobre fondo azul



Si yo pudiera volar,
querría hacerlo a tu lado,
y pegada a ti levitar
indefinidamente en el azul inmenso,
dejarnos llevar por la brisa
y trazar garabatos de líneas paralelas en el aire,
roleos, espirales, trazos encriptados
y que sólo tú y yo sepamos el significado,
dos trayectorias iguales y un mismo camino
para no llegar a ninguna parte.

lunes, 9 de febrero de 2009

Días de niebla.....

Caminaba a través de la niebla de los días. Tantas veces por los mismos lugares que aunque la espesura fuera intensa yo podía ver. Era consciente de que describía círculos pasando una y otra vez por el mismo sitio, espirales sin fin que a veces me llevaban y otras me traían.

La niebla es una vieja dama misteriosa que cubre los días de finos velos, gasas blancas de tul, la más fina seda que conozco, suave y etérea, imperceptible a veces. Imposible saber cuántos velos los cubrían. Transitaba por los días enredada en ellos.

Dama que a veces se desnuda y otras se viste. Hoy la niebla de mis días ha comenzado a desnudarse. Vislumbro el paisaje que me rodea como si se tratara de una antigua novia que cubre su cara con delicado satén blanco. Desdibujados contornos,y sé que tras de ellos están el valle y las cercanas colinas, el viejo cementerio y el caserío, las cumbres de nieve lejanas, huele a algas y a sal, a hierba fresca... oigo el canto de las aves, la sirena del ferry entrando en la bocana de la bahía... ya he estado aquí otras veces, y uno por uno pasan rápidos por mi mente los viejos recuerdos...

No te desnudes niebla todavía... déjame seguir soñando

lunes, 2 de febrero de 2009

El gurruñito...merengue

El gurruñito marmea y gimotea...Lo tomo en brazos, pensando que será algún gasecillo lo que le incomoda, se contrae y protesta a su manera con sus lloriqueos, lo cambio de postura una y otra vez y lejos de apaciguarse va a más, le canto y se pone peor, no es de extrañar, ahora ya es una escandalera la que tiene, le beso un montón de veces para que note el contacto y que si quieres lo cambio de brazo y comienzo con la dósis de golpecitos en la espalda mientras lo coloco en posición vertical con su cabecita sobre mi hombro, paseo en una dirección y en otra y me desespero yo más que él, estoy a punto de arrojar la toalla dandome cuenta de mi fracaso güelil pero mientras lo pienso el gurruñito suelta el gasecillo que tanto le molestaba.

Se calma un poquito y es el momento de colocarlo tumbado sobre el brazo izquierdo para comenzar con el merengue, primero a ritmo rápido porque el gurruñito sigue gimoteando, me muevo acompasadamente, a un lado y otro, sobre mis caderas, y al mismo tiempo comienzo el meneíto con mis brazos, arriba y abajo, hay que llevar el ritmo, si lo pierdes estás perdida porque el gurruñito es muy listo y lo nota. Tienes que darle movimiento al principio e ir poco a poco disminuyendo. Mientras sigo con mi particular merengue le observo por el rabillo del ojo, él tienes los suyos abiertos pero de vez en cuando los entorna y los pone en blanco, es el primer síntoma de que se está durmiendo, yo sigo balanceándome sobre mis caderas cada vez más pausadamente, es importante no parar en estos momentos, inspiro profundamente y expiro un par de veces, luego comienzo a respirar muy lentaente como si la que se estuviera durmiendo fuera yo, para que oiga el lento latido de mi corazón y coja el mismo ritmo, con mis dedos de la mano derecha tecleo el piano sobre su culito, do re mi, do mi, do mi, re mi fa fa, mi re fa, es lo único que me sé...por fin el gurruñito se ha dormido.

tiene su aquél este merenguito...

viernes, 23 de enero de 2009

Chaladuras...

He agrupado en chaladuras esas entradas que a veces sólo yo entiendo.

Esos intentos burdos de hacer algo de poesía...esos deseos inconfesables que a veces se me cruzan por la mente...ese imaginar utopías...ese soñar cuentos infantiles...
en definitiva chaladuras mías.

Cómo ésta...

Dicen que me parezco a ti
y eso es para mi un halago
Tu fuistes padre,sin duda,
en mi vida el mejor de los regalos

Eras parco, escueto, certero
y hasta seco en las palabras.
Tus ojos claros, limpios, serenos,
Siempre decían lo que tu boca callaba.

Miradas dulces, tiernas, llenas de temor,
cuando algo nos pasaba.
Miradas agudas, amenazantes, duras,
lo decían todo tus miradas.

Te quise y te quiero
por lo que tus ojos me hablaban.

Tus ojos padre,
le dieron el reflejo azul a los míos.
Sólo eso...
Lo que yo daría por tener tu mirada.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Un 27 de diciembre

Era un día como hoy, hace más de 50 años. Un débil rayo de luz entraba por las rendijas de las viejas contraventanas de madera. Mis pestañas estaban pegoteadas y no conseguía abrir los ojos. Tampoco lo intentaba demasiado. Estaba tapada hasta la nariz. Fuera de las mantas y del cobertor de lana debía hacer mucho frío. Chirriaban las ruedas y los ejes de los carros al pasar sobre el barro duro y helado de la calle. También se oían los saludos de la gente que iba y venía al pozo. Las mujeres a por el abastecimiento diario de agua. Los hombres a dar de beber al ganado.
¡Venga dormilona que te estamos esperando!

Un intenso olor a chocolate fué haciendo que tomara consciencia de donde estaba... Podía oir el vocerío de la planta baja. Me tiré de la cama y bajé corriendo en zapatillas y pijama. El agua helada de la palangana acabó por despertarme. Mojé el peine en el agua y ordené como pude mi pelo rebelde. Tuve que pasar por el zaguán repleto de familiares. En la glorieta mis primos, todos mayores que yo, ocupaban ya su lugar en torno a la mesa. Y en la cabecera estabas tú. Todo eran risas, bullicio, ir y venir de las tías con los bizcochos de soletilla, las galletas, y los dulces... Sobre el mantel, los pocillos para el chocolate y dos grandes jarras de leche. El frío intenso de la calle había empañado los cristales, y mis primos se habían entretenido en decorarlos... con grandes letras se leía ¡Felicidades abuela! y sus nombres... apenas quedaba sitio... añadí mi nombre a los suyos. A pesar de lo efímero del collage, nunca habrá tarjeta de felicitación en la que se deposite más cariño...
Te adorabamos abuela... aún hoy lo hacemos... algunos de nosotros seguimos desayunando chocolate este día, en tu memoria. Y nos llamamos a primera hora de la mañana... para recordarte.
¡Felicidades abuela!