La hipotética independencia de Cataluña se construye levantando fronteras con bloques de odio. Se insulta a los españoles desde la Generalitat con Artur Mas a la cabeza llamándonos ladrones porque ellos pagan más de lo que recogen. Constantemente se les habla mal a los catalanes del resto de los españoles. Se falsea la Historia y se tiene la desfachatez de decir que por parte de España (Estado) siempre han mentido. Uno se pregunta si es que secularmente los catalanes han sido tontos y conscientes de que los historiadores escribían una Historia llena de mentiras lo dejaban pasar por alto. Un insulto a la inteligencia? desde luego que sí, sobre todo a la inteligencia de los catalanes que dicho sea de paso en mi humilde opinión y visto lo visto ha estado sobrevalorada.
Una vez levantado el muro de odio que es el medio que justifica su noble fin de la independencia y por aquello del principio acción-reacción los españoles lo apuntalamos con un contramuro, cae nuestra imágen mental de Cataluña, y ya no es aquel pueblo al que admirábamos, no, ni mucho menos. Pero no sólo porque quieran la independencia demostrando su falta de solidaridad, porque no nos engañemos la pela es la pela. y en ese sentimiento de ser diferentes y de no sentirse españoles la pela pesa. Sino porque se falsea la Historia, que es tan nuestra como de ellos, se miente, se ataca a España y así son mártires que luchan por una noble causa. Y esto nos hace llegar a la conclusión de que si el pueblo se cree todas esas mentiras es que no es tan inteligente como todos pensábamos. Va a ser difícil pase lo que pase que el resto de los españoles rectifiquemos la imágen que nos han dejado ahora.
En ese contramuro que por nuestra parte construímos el resto de los españoles, está el boicot a los productos catalanes. Duro eh? Si se mira así es muy duro e insolidario. Porque en Cataluña también hay paro, también hay familias que lo pasan mal, e incluso muchas de ellas no tienen nada que ver con los delirios de grandeza de sus dirigentes. Ahora bien, que hacen ellos? lo mismo pero al revés. Y en esta guerra fría del boicot quien pierde más? el que tiene la fortuna de tener más. España es el destino de más del 50% de los productos catalanes. En qué beneficia al resto de España el boicot? pues no sólo en hacer entender a Cataluña que gracias a los españoles colocan la mitad de sus productos sino que las empresas del resto del Estado se reactivarán si utilizamos las alternativas a esos productos. Y el prójimo en palabras del Evangelio siempre es el más cercano.
No hay mal que por bien no venga...
