Un año más, un año menos.
Nunca he hecho propósitos para el año que empieza. Me he dejado llevar, fluir creo que se llama ahora, adaptarme y resistir... resiliencia se llama ahora.
Este año es diferente, he soltado amarras, y me propongo aprovecharlo al máximo. Ahora ya el tiempo es oro y no tengo tiempo que perder. Proyectos? escribir es uno de ellos. Contarles a mis nietos como fue mi infancia y adolescencia, porque ellos están en esa etapa, para que vean el contraste con la de ellos
A grandes rasgos le contaba el otro día a uno de ellos como eran mis días de verano en un pueblo de Tierra de Campos sin móvil, ni tablet, (no sé por qué cuando yo les cuento mis batallitas me escuchan embelesados y siempre piden más)...el caso es que cuando yo pensaba que el niño fuera a contestarme vaya aburrimiento, me dijo...¡ pero eso mola abuela ! .
En otra ocasión, hace tres años, decidimos ir a la fiesta del pueblo toda la familia. Mis hijos apenas han ido media docena de veces al pueblo, mis nietos ninguna. Les puse en antecedentes. Les conté cómo eran mis vivencias en el pueblo cuando en los veranos iba a casa de mis abuelas. Quise ser breve para no aburrir, y pidieron más. A los pequeños el pueblo les gustó tanto que no querían irse. Así es que dado que tengo un público entregado me propongo ampliar el relato de mis veranos a mediados del s XX en un pueblo de Castilla.😂
Voy a disfrutar de la VIDA un año más...
