sábado, 12 de junio de 2010

Laotong



Desde que tengo consciencia y memoria siempre he deseado tener un laotong, un alma gemela, alguien en quien confiar y a quien contar alegrías y penas, mi otro yo.

En algún lugar remoto de China, en el seno de aquellas familias que vendaban los pies a sus hijas para conseguirles un casamiento favorable, también se les buscaba un laotong, otra niña que tuviera afinidades y que fuera su alma gemela de por vida. Tanto de buscar esposo como de buscar laotong se encargaban las casamenteras.

No tuve hermanas, por lo que traté de buscar en la amistad alguien que fuera tan paciente conmigo como para escucharme y comprenderme en una relación de reciprocidad. Nunca encontré ese laotong que te acompaña toda la vida y nunca fuí yo laotong de nadie.

Mis confidentes lo fueron temporalmente. Alguien en mi niñez, Otra que sustituyó a Alguien en mi adolescencia y poco más. Siempre busqué a mi alma gemela, encontré amigos a los que hice alguna confidencia, encontré papel en blanco para llenar con ellas, encontré un ordenador personal donde archivar vivencias, opiniones, recuerdos y sentimientos pero nunca un laotong que me acompañara toda la vida, ni siquiera la mitad de mi vida. Nunca una persona con la que no tener reservas y que siempre estuviera en mi corazón y yo en el de ella.

A veces me pareció haberlo encontrado, confieso que para esta labor siempre confié más en hombres que en mujeres y sin embargo siempre el alma de las mujeres caló y comprendió mejor mi propia alma. Las mujeres siempre supieron entenderme mejor, y yo a ellas, pero la intuición femenina rara vez va unida a la discrección y a la constancia, por eso para el oficio de laotong yo hubiera preferido hombres. No los encontré.

Un laotong nunca debe ser un marido, nunca las personas que conviven contigo, tampoco las personas cercanas, las que tienen arte y parte en lo que te sucede, nunca serían parciales y objetivas a la hora de escucharte y aconsejarte. Un laotong tiene que ser alguien alejado de tu entorno porque es de tu entorno del que a veces necesitas huir y desahogarte.

Alguna vez me pareció haber encontrado a esa persona, pero la percepción que tienes sobre las personas dificilmente coincide con la realidad y tampoco coincide la percepción que esas personas tienen respecto a ti, a mi en este caso. Es decir, con frecuencia vuelcas tu amistad, tu cariño, tus deseos o expectativas y recibes menos de lo que das. Y es que cuando buscas a alguien que ejerza de alma gemela encuentras personas que no te buscan a ti o personas que buscan en ti de todo menos un alma gemela.

Y así fué transcurriendo mi vida, aconstumbrándome a guardar para mi misma las sensaciones más íntimas y los pequeños y grandes problemas. Aconstumbrándome poco a poco a no sentir la necesidad de desahogarme, de pedir ayuda cuando la necesito. Haciendome fuerte y construyendo mi propia muralla, hasta el punto de no buscar ya ningún laotong, de no necesitarlo.

me hubiera gustado...

9 comentarios:

angel lago villar dijo...

¡¡Qué bonita entrada!!

Quizás el Laotong perfecto no exista.

Quizás nadie es mejor Laotong que uno mismo.

Quizás un blog sea un buen Laotong para desahogarse.

Quizás la gente que te aprecia no sea tu Laotong, pero seguro que muchos lo intentan.

Quizás nadie tenga un Laotong y solo sea una bella leyenda asiática.

Un abrazo.

impersonem dijo...

No sé qué decir, supongo que encontrar un/a laotong es harto complicado... supongo que es difícil detectarlos en la urgencia de los quehaceres que nos marca la vida actual... supongo que lo más parecido es un buen amigo o una buena amiga de esos/as que siempre están ya sean duras o maduras las circunstancias que nos rodean... no sé Daisy, en esto de las almas hace tiempo que me perdí, creo que se fían mucho del cuerpo y ahí entran un innúmero de variables, en cuanto a "permeabilidad" se refiere, que el asunto resulta inabarcable para una mente humilde como lo es la mía... ¿Sabes?... cuando interacciono con la gente, sobre todo cuando la veo y la escucho, más cuando la escucho, sé si me llevaré bien con ellos o mal casi de inicio... creo que es una cuestión de vibraciones... pero almas gemelas yo tampoco he encontrado ninguna... no sé si importa, tal vez también seamos únicos "en el alma"...

Besos.

suculentas en venta dijo...

Angel quizás, quizás, quizás en versión Los Panchos casi de mi época... para ti.

A cambio de algo de Amaral para tomar un te calentito que voy ahora mismo. Lo quiero con limón.

Seguramente el laotong no existe. Y seguramente no hay mejor laotong que uno mismo.

Y probablemente tampoco es la relación ideal un laotong, absorbe demasiado y no deja espacio para el resto de relaciones personales. Y sobre todo es arriesgado porque no siempre es equilibrada, siempre hay alguien que es más dominante.

Impersonem un buen amigo-a que sepa y quiera escuchar y que tenga el don de la empatía a la hora de darte una opinión o consejo.

Yo no puedo decir lo mismo que tú a la hora de conocer a las personas, tal vez porque soy muy espontánea y a veces pasional e irreflexiva en los primeros momentos. A lo más que llego es a saber si me voy a sentir a gusto o no con esa persona. Me he equivocado muchas veces. Pero aunque una persona no responda a las expectativas del primer encuentro, sí que sé si hay una química aunque no haya afinidad.

No sé como explicarlo, puedo ser muy diferente de alguien, no tener puntos en común y sentirme muy a gusto con esa persona, aunque sea discutiendo :DDD

Gracias por vuestros comentarios

Bsucos

Anónimo dijo...

No se como llegue aquí, a este blog...quizás para contarles que yo si tuve mi laotong.
Es la vivencia plena de la amistad. Creo que a muy pocas vivencias puedo llamarlas plena...a esta amistad llena de sinceridad, entrega, equilibrio, libertad de vivir, libre de prejuicios, capacidad para escuchar y prudencia para aconsejar. Constancia !!disponibilidad de tiempo para la amistad. Mi amiga Marianita fue Incondicional y Sabia. Murió en un accidente en auto, yo debía acompañarla...no paso a buscarme. Agradezco a la vida haber vivido la pureza de la amistad con alguien que te intuye te acompaña y no pretende cambiarte...si acompañarte aceptando tu ser.....y ...Su amistad cambio mi vida entera. La amistad en el Laotang es única e irrepetible. Gracias a la vida por a verlo vivido !!!! Nos vemos amiga allá ...donde se que me esperas-

suculentas en venta dijo...

Hola anónimo. Triste y bonita tu historia.Enhorabuena por haberla vivido y mil gracias por haberla contado.
Feliz Navidad

Anónimo dijo...

Gracias Lourdes !
feliz Navidad
Te deseo perpetua renovación !
te abrazo.

Cinthilindi dijo...

Yo sí sé lo que es tener y disfrutar de un laotong, hace 38 años que mi amiga y yo disfrutamos de este don. Es hoy que aún hablamos cada día por teléfono. Es difícil de explicar y más desde el teclado de un móvil.

suculentas en venta dijo...

Cinthilindi, no había leído tu comentario hasta hoy. Es bonito tener una persona que te escuche y te entienda y que ella te tenga a ti. Este blog se llama deseos, y así es...yo deseo que tu laotong lo siga siendo toda tu vida.

AndyMabel dijo...

Lamento que no hayas encontrado tu Laotong, ahora mismo me siento contenta de saber q tengo un vínculo especial de muchos muchos años, de alguien que confia en mi como yo en ella, ciertamente no es fácil, las amistades entre mujeres resultan ser demasiado frágiles, no todas estan dispuestas a ser una verdadera alma gemela y en cuanto a los hombres pueden mezclarse sentimientos de amor o enamoramiento lo que ya se dirige a otro contexto, en la vida nunca es tarde, ojalá tu taolong te esté esperando para compartir lo q el destino tiene para ambas. Te deseo lo mejor, un abrazo a todos.