lunes, 11 de julio de 2011

No soy de aquí, ni soy de allá...


No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz
es mi color de identidad
  

Cuantas veces te he escuchado, cuántas veces mentalmente me he repetido estas letras tuyas. Todo mi agradecimiento allá donde estés Facundo Cabral.

Que espantosamente duro y cruel es este mundo en el que vivimos en el que una vida sólo vale lo que cuesta una bala mientras el asesino cobra por matar. No sé por quién sentir más pena. Si por la persona que muere asesinada, por su familia, o por la asquerosa vida de los asesinos a sueldo y de sus familias. Creo que vomitaría todos los días si tuviera que comer y vivir de lo que un padre asesino aporta a su casa.

En estos momentos me gustaría creer que Dios existe para darle las gracias por la familia que yo tuve.
En estos momentos me gustaría creer que Dios existe, que es único y que está en todas partes como decía la canción de Facundo.
En estos momentos me gustaría creer que Dios existe y que es justo.

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