El gurruñito marmea y gimotea...Lo tomo en brazos, pensando que será algún gasecillo lo que le incomoda, se contrae y protesta a su manera con sus lloriqueos, lo cambio de postura una y otra vez y lejos de apaciguarse va a más, le canto y se pone peor, no es de extrañar, ahora ya es una escandalera la que tiene, le beso un montón de veces para que note el contacto y que si quieres lo cambio de brazo y comienzo con la dósis de golpecitos en la espalda mientras lo coloco en posición vertical con su cabecita sobre mi hombro, paseo en una dirección y en otra y me desespero yo más que él, estoy a punto de arrojar la toalla dandome cuenta de mi fracaso güelil pero mientras lo pienso el gurruñito suelta el gasecillo que tanto le molestaba.
Se calma un poquito y es el momento de colocarlo tumbado sobre el brazo izquierdo para comenzar con el merengue, primero a ritmo rápido porque el gurruñito sigue gimoteando, me muevo acompasadamente, a un lado y otro, sobre mis caderas, y al mismo tiempo comienzo el meneíto con mis brazos, arriba y abajo, hay que llevar el ritmo, si lo pierdes estás perdida porque el gurruñito es muy listo y lo nota. Tienes que darle movimiento al principio e ir poco a poco disminuyendo. Mientras sigo con mi particular merengue le observo por el rabillo del ojo, él tienes los suyos abiertos pero de vez en cuando los entorna y los pone en blanco, es el primer síntoma de que se está durmiendo, yo sigo balanceándome sobre mis caderas cada vez más pausadamente, es importante no parar en estos momentos, inspiro profundamente y expiro un par de veces, luego comienzo a respirar muy lentaente como si la que se estuviera durmiendo fuera yo, para que oiga el lento latido de mi corazón y coja el mismo ritmo, con mis dedos de la mano derecha tecleo el piano sobre su culito, do re mi, do mi, do mi, re mi fa fa, mi re fa, es lo único que me sé...por fin el gurruñito se ha dormido.
tiene su aquél este merenguito...
13 comentarios:
Así me gusta, que seas una buena abuela, echándole los gases, durmiéndolo... igual que hacías conmigo cuando era pequeño, ¿te acuerdas? Jejeje.
Qué post más tierno, dan ganas de contestarte al post susurrando para que el gurruñito (como tú dices) no se despierte.
Besitos weli.
.......Ellos vienen con la aurora,
en bandadas de avecitas,
a los prados de la vida;
nosotros vamos, tartajeando maldiciones,
hacia la muerte.
Somos angustia, impotencia, sombra,
ellos son paz, claridad, perdón.
Los que traspasaran la esfera de los relojes,
el mazo de hojas del almanaque,
el bloque de la historia.
No me digas que practicas merengue con el chiquitín! jajajaj
Oye, qué bonito lo has contado! Anda que no te van a echar de menos... el bebé y la mamá!
Zoldar eres tan grande ya que casi no recuerdo cuando eras peque... *****
Anónimo me gusta como escribes, siempre me ha gustado tu poesía desgarrada... ¡que bueno eres escribiendo! sólo escribiendo :)))) besucos
Anita puntito, yo los echaré mucho de menos...más que ellos a mi. Muy bueno tu blog. Soy discreta porque tu lo quieres, no le he dado a seguir blog para no descubrite...bueno sobre todo para que no me eches la bronca, como de costumbre...
*** tres besucos para ti sólo que me consta que no eres besucona...:)))
Vaya, ¿y la única defensora del baby soy yo?. ¿Cómo que gurruñito?. Aaaaaissssssssss.
Lour, qué chulo es ser abuela, y qué especial es tener cerca un bebé.
((()))
Nooo, yo le iba a decir que gurruñito no es forma de llamar a un bebé, pero con las prisas se me pasó! jajajaja
Lourdes, con lo dada que eres tú a los diminutivos, búscale un guapo al niño!
Es un rollo no poder editar... Lourdes, colócame donde quieras, yo te he puesto en el mío... además, no entro de incógnito, soy abierta y plural, no lo ves? jajajaja
Ana. ya te he colocado...
Lo de gurruñito es temporal...luego cada temporada lo llamaré de diferente manera... y cuando me enfade con él lo llamaré Sergio.
No me gusta ese nombre...sólo lo utilizaré cuando me enfade...:)))))
Es curioso lo bien que manejáis las mujeres a los bebés. Los tíos somos más... digamos rudos. Cuando yo cogía a mis hijos en brazos, mi ex siempre extendía los suyos por si se me caían al suelo. Y mis hijos estaban evidentemente más cómodos y confiados en los brazos de su madre que en los de su madre. Pero me encantaba cogerlos y con el tiempo vas adquiriendo cierta práctica. Disfruta de tu murcianico y procura no caerte por las escaleras con él en tus brazos...
Hola Mañana!
No había venido porque estuve trabajando afuera de la ciudad.
Leo el texto y sonrío… ¡Qué ternura!
Recuerdo cuando mi hijo era pequeño, creo que conté 2000 elefantes, cada vez que intentaba dormirlo, por esa canción de “Un elefante se balanceaba sobre la tela de araña y dos, tres. Lo peor es que cuando crees que se han dormido vuelven a abrir los ojos…¡Y a cantar de nuevo!
Me alegra haberte encontrado, ahora te agregué y no te me perderás.
Besos y que disfrutes de esta hermosa etapa de abuela; dicen que es hermosa.
Diego, sí, tienes razón, sois bastante manazas para eso :), pero no todos, la generación de ahora es diferente, a mi yerno se le da muy bien... *
Vivian, 2000? ºº yo ya no me acuerdo, me pilla muy lejos esa etapa. Creo que ahora soy más intuitiva... ahora que no me oyen, creo que el gurruñito prefiere que lo duerma yo a que lo duerman otros...
besucos
Vuelvo a ser yo 15 años despues? sí porque el gurruñito ya tiene 15 años y me saca una cabeza ... o dos.
Vosotros ya no estáis ahí, yo ya abandoné mi blog pero por si un día volvéis y os pica la curiosidad, el gurruñito ahora es el Gurri y ultimamente no sólo yo le llamo Gurri, los demás también se lo llaman a veces...
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