Para muestra un botón

En mi entrada anterior, comentaba mi falta de empatía con Manuela Carmena. A mi me resulta imposible creer que una alcaldesa de una ciudad como Madrid, diga un día que van a proponer a las madres que limpien los colegios. Muy dificil creer que meses después de aquel revuelo, diga que van a proponer que los estudiantes barran las calles. Y ya me parece intolerable que ahora quiera hacer un concurso de niños recogecolillas.

No sé si Manuela piensa que el dinero de la limpieza sale de su bolsillo o del bolsillo del Ayuntamiento. El dinero de la limpieza como el de otros apartados sale del bolsillo de los españoles. Y logicamente los españoles que pagamos nuestros impuestos, tasas etc, cada vez más, dicho sea de paso, tenemos derecho a que los servicios por los que pagamos sean eficaces.

 No estaría de más concienciar a la gente con clases de Urbanidad en los colegios, universidades, y en otros lugares para que piensen en el civismo más elemental que es el respeto y pensar que lo que yo mancho, nos cuesta dinero a todos. Pero de ahí a pedirme dinero y luego mandarme a fregar el colegio, o mandar a mi hijo a barrer o a recoger colillas que él no ha tirado, va una distancia considerable. Si lo miras desde el punto de vista del ahorro que supondría, que niños, estudiantes y madres limpiaran, eso es una doble, triple etc  imposición.(dependiendo del nº de hijos que en una familia hagan labores gratuitas para el ayuntamiento)

Como para mi que esto lo diga alguien como Manuela Carmena no cabe en mi cabeza... soy incapaz de ponerme en su lugar. Y no sé si pensar que es que no razona, o si es que razona demasiado y está echando ella o los que tiene detrás una cortina de humo para que se hable menos de lo que realmente hay que hablar.

No soporto la demagogia.

"Yo que soy una persona que toda mi vida me he sentido enormemente feliz con mi imaginación, estoy empezando a sentirme un poco temerosa de decirles todo lo que se me ocurre".Manuela Carmena

Lo de la imaginación está muy bien, pero además de decir lo que uno piensa, hay que pensar lo que se dice... más que nada para que no sean los oyentes los que teman que Vd hable.