Nunca he jugado a este juego.
Nunca tuve nada que esconder.
Eso creía yo. Y con esa idea me dispuse a entrar en el mundillo bloguero.
Abrí este blog, mi primer blog personal. Y al cabo de unos meses me di cuenta que estaba hablando de sensaciones y de sentimientos.
Desnudar tu cuerpo delante de otras personas puede hacerte sentir pudor. Nada comparable a desnudar el alma. Más si los voyeurs te conocen. Te leen, a veces comentan tus palabras, otras callan, pero sientes su mirada dentro de ti.
Enrojecí por dentro y eliminé este blog...
Hoy lo he recuperado para juegar al escondite en él...
3 comentarios:
Pues no entiendo porque enrojeciste, a mi me encanta lo que cuentas de tu niñez, las historias de tu tierra, tus nietas... es precioso... sinceramente yo también a veces tengo vergüenza de lo que pongo... por eso no escribo mucho y pongo fotos :-)
Su...no sé como explicarlo... tampoco tengo demasiadas razones...es algo interior.
Es como cuando te comes el mundo y de repente el mundo se te come a ti.
Hay días que siento muchisimo pudor de mi desnudez y otros que hasta podría ser exhibicionista.
Hablo de la desnudez del alma, no de la del cuerpo...
Gracias por estar aquí.
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