domingo, 12 de abril de 2009

Escribir o no escribir esa es la cuestion

Yo siempre quise saber dibujar y a posteriori pintar. Pero no me refiero a saber técnicas de pintura, sino saber crear y saber comunicar. Aunque para ello aprender la técnica fuera imprescindible.

Hubo un tiempo en el que pensé ir a clases de pintura. En esa época muchas de mis amigas lo hacían. Y todas ellas aprendieron a pintar. A crear y comunicar ninguna.

Supuse que yo no sería una excepción. Y pensé una vez que has pintado 30 o 40 cuadros que puedes hacer con todos los que vengan? Si ya es dificil de vender lo que pintan los que tienen acreditado un saber hacer, será imposible vender los que tu hagas... Y los cuadros ocupan mucho espacio cuando ya has llenado tu casa de ellos.

Nunca me dió por escribir.Escribir en público me refiero. En privado sí, con frecuencia, tipo diario. Hace poco un amigo me animó, te comunicas muy bien escribiendo dijo y no es que me lo haya creído pero escribir aunque no llegues a crear ni a comunicar ocupa muy poco espacio y ahora en la era del ordenador y de internet mucho menos.

Si tuviera que elegir un estilo a la hora de escribir sería el conceptista, el de ir al grano, expresar con pocas palabras aquello que quieres decir, o dejar entrever. Mucho me temo que por naturaleza soy más bien barroca o tal vez no...

viernes, 10 de abril de 2009

Nunca he jugado a este juego.

Nunca tuve nada que esconder.

Eso creía yo. Y con esa idea me dispuse a entrar en el mundillo bloguero.

Abrí este blog, mi primer blog personal. Y al cabo de unos meses me di cuenta que estaba hablando de sensaciones y de sentimientos.

Desnudar tu cuerpo delante de otras personas puede hacerte sentir pudor. Nada comparable a desnudar el alma. Más si los voyeurs te conocen. Te leen, a veces comentan tus palabras, otras callan, pero sientes su mirada dentro de ti.

Enrojecí por dentro y eliminé este blog...

Hoy lo he recuperado para juegar al escondite en él...

miércoles, 11 de marzo de 2009

El baúl de los recuerdos

Tras los cristales veo caer la lluvia en una fría tarde de invierno... Poco a poco mi mirada se pierde en lontananza, mirando sin ver, viendo hacia dentro. Abriendo la tapa del baúl que contiene los recuerdos.


Revuelvo en su interior y me distraigo con imágnes de otros tiempos, paso algunas de largo y en otras me entretengo, ahora una sonrisa y luego un rictus de amargura, las más de las veces imagenes en sepia cubiertas por el polvo de la indiferencia. Tardes de lluvia dedicadas a ordenar el baúl de los recuerdos. A recuperar por unos momentos aquellos que merecieron la pena y a esconder en lo más profundo aquellos otros que debieron ser totalmente olvidados. A hacer hueco para almacenar vivencias recientes que deseo guardar para rememorar y embelesar otras tardes de invierno.


Ya es de noche y afuera sigue lloviendo

miércoles, 4 de marzo de 2009

El silencio.

Hablar o callar, para algunos ese es el dilema.

No lo es para mi. Me gusta la comunicación. Creo que el ser humano se esforzó durante más de un millon de años para tener un lenguaje con el que comunicarse con otros seres de su especie. Estar callado suena a desprecio a ese esfuerzo.

Otra cosa es hablar cómo, cuando y dónde...

El silencio

Hay frases como el silencio dice a veces más que cien palabras que suenan bien pero que nunca podré creerme. No señor mío, el silencio no habla, es sólo eso, silencio. Hay quien se cree capaz de interpretar los silencios,y coloca esas 100 palabras que no se han dicho, las que le gustaría oir. Sólo el que guarda silencio conoce las palabras que no expresa.

Otros dicen "el que calla otorga", pues tampoco. El que calla ni aprueba, ni desaprueba, simplemente no se comunica. Y se admiten todas las opciones, puede estar de acuerdo, no estar o simplemente no tener opinión. Esta última es la más probable.

El lenguaje, escrito u oral, es el diálogo, es la comunicación, es el intercambio de opiniones, es el acercar posturas, es saber que tu verdad no es la única verdad, que existe la verdad del otro o de los otros. También es la denuncia de lo injusto, la defensa de los desprotegidos... El silencio no dice nada, es la incomunicación, a lo sumo un monólogo sordo...

El que mucho habla mucho yerra... otra frase errónea. Los errores no son directamente proporcionales al número de palabras sino que son inversamente proporcionales a la inteligencia del que habla.

Cuando es necesario el silencio? Cuando hay situaciones en las que te dices por aquí ya he pasado, el déjà vu, de los franceses, cuando sabes que si hablas repetirás las mismas frases que ya dijistes en otra ocasión. Cuando eso sucede lo mejor es no entrar al tema, pasar de largo... salvo que el cuerpo te pida guerra...:)