Mis pensamientos son como mariposas,
que van de flor en flor y apenas se detienen,
a veces liban el néctar de las flores,
otras se enmarañan en un ir y venir sin orden ni concierto.
Corren, revolotean, caen en la tela que otros tejen,
luchan por huir de la trampa,
y levantar de nuevo el vuelo,
luego, en la hora mágica del atardecer,
se transforman en sueños.