martes, 4 de octubre de 2016

Ojalá las lágrimas no existieran

Todos estamos en ese estado de incredulidad en el que nos sumió tu muerte. Es como si nos hubiéramos parado de golpe y no supiéramos como continuar sin ti; tu mujer, tus hijos, tus nietos, tu familia, tus amigos.

Ojalá que las lágrimas no existieran, fue la forma que tuvo tu nieto pequeño, de expresar el dolor de ver a su familia llorando y de su propio dolor.

El tiempo, deseando que el tiempo nos cure esta herida y nos permita recordar sin lágrimas al hombre bueno que fuiste

descansa en paz