viernes, 12 de junio de 2009

La crisis ha llegado a blogspot


De repente se ha producido la desbandada general.

Se han comenzado a cerrar temporalmente los blogs. Y los que están abiertos han disminuido enormemente la participación.

Me pregunto si en esto influye la crisis o el calentamiento global. En realidad si lo pienso bien ambas cosas puede que sean lo mismo.

La crisis de unos la acabamos padeciendo todos. El sentimiento de tristeza y de angustia que padecen los afectados por la crisis es contagioso. El estado de ánimo de la sociedad cada día es más bajo.

Una vez supe que el punto álgido no es el punto más caliente, una mala interpretación del vocablo, el punto álgido es en realidad el punto más frío. Ese es el punto al que nos estamos acercando. Al enfriamiento global de la sociedad. La sociedad se comporta como un organismo individual. La falta de estímulos, la apatía, el desánimo, va produciendo reacciones en cadena y como las fichas de dominó, uno tras otro van cayendo en la tristeza los individuos que la componen. Al final el uno se convierte en el todo.

A los años de euforia y de optimismo se suceden años oscuros, grises. Es curioso como en nuestra mente asociamos los colores a los estados de ánimo. Las etapas tristes, no tienen color, son sepias o grises en nuestro recuerdo. La niñez por ejemplo, está llena de júbilo y colorido.

Días de mucho, vísperas de nada, dice el refrán castellano. Y que razón tiene en estos momentos.

Puede que lo peor esté por venir presagian los agoreros. Yo creo que lo peor de la crisis es la incertidumbre. No saber hasta cuándo, hasta cuánto y hasta dónde.

En aquella sociedad de mi infancia, tan pesimista y tan retrógrada te aconsejaban siempre ponerte en lo peor. Por aquello de que una vez puestos a pensar lo peor siempre cualquier pequeño cambio sería más apreciado y también por lo morbosa y masoquista que era esa sociedad. La contrapartida de ponerse en lo peor es el hundimiento de tu propio barco, la depresión.

Ahora pienso que existen otros refranes para utilizar en épocas de crisis. A mal tiempo buena cara es el refrán necesario en estos momentos. Es imprescindible que la tristeza no nos invada. Todos, en la medida de lo posible debemos aportar optimismo. Todo va a pasar y de esta crisis como de todas las crisis individuales o colectivas vamos a salir fortalecidos. Dicen también que en épocas de crisis se agudiza el ingenio. Y que es en épocas de crisis cuando se realizan los grandes inventos. En esta pasará lo mismo.

A grandes males han de suceder grandes remedios.

jueves, 7 de mayo de 2009

desde el pequeño detalle al gran regalo o viceversa...

Creo que no soy nada materialista.

Entre los grandes regalos, admiro las buenas joyas como se admira una obra de arte, no para llevarlas puestas, detesto las pieles, obviamente me refiero a los abrigos de pieles, clasifico los coches en pequeños, medianos y grandes y con tal de que me lleven y tengan un maletero grande me tiene sin cuidado la marca. Tengo carnet y no conduzco por lo que nadie me va a regalar un coche.

Siempre me he planteado el significado que para mi tendría un gran regalo. Ahora no tendría ningún significado, es más me parecería una idiotez. No sé si lo tuvo alguna vez. Tal vez el valor de la sorpresa.

Ni valoro los grandes regalos ni los intermedios. Los intermedios son esos regalos que la fecha del calendario imponen a los que te rodean como una obligación. Los acepto, me hacen ilusión pero no los valoro tanto como valoro los pequeños detalles.

Los pequeños detalles inesperados me hacen sentirme dichosa, apreciada y querida.

Y son los pequeños detalles los que me acercan más a las personas. Siempre pienso que si alguien dejó unas plantas para mi en un vivero, me envió un cd que pensó me podría gustar, compró una bisutería pensando en mi para darmela cuando me viera... es que me recordó en esos momentos y que de alguna manera me conocía y sabía que me podía alegrar el día, si además esa persona apenas es algo más que un conocido-a de estos mundos de internet, me emociona. Me llega al alma pensar que hay personas tan sensibles que son capaces de pensar en los demás aunque estos apenas rocen su entorno.

miércoles, 29 de abril de 2009

La droga del capitalismo...

A veces me encuentros con blogs que hablan de politica. Creen que hablan de politica pero en realidad no hablan, condenan o aplauden las actuaciones de los políticos.

Me resulta desagradable entrar en un blog personal y público y leer el ataque a determinada política bien sea del gobierno o de la oposición. Uno siempre debe tener en cuenta cuando escribe quien te lee, quien visita tu casa, que por otra parte tiene las puertas abiertas, y por un mínimo de educación y de cortesía debes hacer que quien te visita se sienta agusto.

Muy diferente si el blog no es personal sino temático. Entonces la visita no la haces a una casa particular sino a un lugar que es minisede de un partido determinado. Ya sabes lo que te puedes encontrar y no llamas a la puerta.

No sé si esta entrada va a tratar de politica, o de filosofía politica. Desde luego lo que no va a ser es un ataque a los que piensan de una u otra manera.

Y una vez dicho esto voy a contar la pequeña historia o anecdota que da título a esta entrada.

Hace unos años conocí a una inmigrante rumana. Era una persona de mediana edad que contraté para que cuidara de mi anciana madre y viviera con ella.

Es imposible tener una persona en casa y no tomarla cariño y que no te lleguen muy dentro sus penas, su dura vida.

María había tenido una vida durisima desde niña. Una niña sin infancia. Siempre trabajando, siempre luchando por sus hijos. Tras de sus hijos llegó a España para estar a lado de su hija adolescente, para estar también junto a sus otros dos hijos y por supuesto para ganar algun dinero que le permitiera tener una vejez digna en un país en el que se había pasado de no tener nada de nada a tener de todo pero no tener dinero para comprarlo.

La mentalidad de alguien que se ha criado en un régimen comunista es muy diferente a la nuestra. María pedía siempre más y más dinero, lógico cuando te sacrificas tanto y aceptas un trabajo tan duro como cuidar de un anciano. A veces no nos quedaba más remedio que decirle que no podíamos darle más dinero que cobraba lo que le correspondía y más. Solía contestar :-vosotros tenéis dinero, dinero de todos... Yo le trataba de hacer entender que no era así. Que se olvidara del comunismo. Era imposible. Yo lo entiendo.

Sus hijos se adaptaron bien a este país y salieron adelante. Ahora su hija se casa.

Me ha llamado para invitarme a la boda. Me ha contado que ella le ha regalado a su hija el vestido de novia, y que le ha costado 4000€.

He pensado que el capitalismo es una droga que engancha...

lunes, 27 de abril de 2009

Astenia...

Observo a la gente joven .

Les veo incansables, ilusionados, enamorados, viviendo en la eufórica nube que es la juventud. Recuerdo aquellos años...

Veo a mis hijos capaces de hacer milagros con el tiempo, cuidar a sus hijos, trabajar fuera de casa, trabajar dentro. Recuerdo aquellos años...

Les veo preocuparse por todo y darles tiempo a todo. Pienso que la ilusión, el amor, la fé en uno mismo mueve voluntades. Lo recuerdo bien...

No sé si añoro esos años. Creo que hay una mentalidad para cada etapa de la vida. Yo ahora, no daría nada por volver a ser joven. Es agotador.

Amo la vida y por lo general soy optimista pero a veces me pregunto si no estoy un poco cansada de vivir.

Es tan reiterativo todo, se repiten tantas veces las mismas situaciones... Yo no soy persona de hábitos y costumbres. No me gusta el orden y la programación... No me gustan las mentes cuadriculadas. Me gustaría no saber lo que haré mañana y que el mañana sea una sorpresa.

Soy curiosa y eso me lleva a no aburrirme nunca porque siempre hay algo que me engancha por un tiempo o por una temporada. Me gustaría, dentro de la falta de libertad que todos tenemos, sentirme lo suficientemente libre como para atarme a pocas cosas. Y sin embargo soy leal, muy leal a los afectos y a las personas.

Yo necesito cambiar de actividad, volver a ilusionarme con nuevos temas o con temas antiguos pero no anclarme, no estacionarme en la plataforma del autobús de la vida.

Tengo una temporada que me siento cansada que sufro el estrés de querer abarcar con la mente lo que mi cuerpo no es capaz de abarcar. Debería poder cambiar el sistema...moverme más y pensar menos.

Sé que necesitaría dejar mi mente en blanco una temporada. Como no recuerdo haberla tenido en blanco nunca, no creo que sea posible.