359

Los 6 primeros días han sido dedicados exclusivamente a la familia.

Ahora que se han apagado las risas,los juegos, el ir y venir, el ajetreo de las fiestas, ahora que los niños han dejado la casa en silencio, me he puesto a pensar en los 359 días que quedan.

Me he dado cuenta de que éste es el primer año que no tengo proyectos para rellenar o para incumplir esos días.

Otros años entre mis proyectos estaban:

Aprender inglés, mi asignatura pendiente.
Terminar todas mis labores de costura empezadas.
Dar alguna utilidad a los montones de lápices que me compro todos los años para volver a retomar mi afición al dibujo.
Volver a los años de las más de 300 páginas diarias leídas.
Hacer una base de datos con los más de 3000 libros que tenemos.
Seguir con mi proyecto de digitalizar los miles de fotos y diapositivas que hemos hecho.
Retomar mi afición por el cine o por el teatro, o por los museos y salas de arte,
Viajar y pasear más
.....

Proyectos que nunca pasan de eso, que siempre pospongo por pereza y por falta de ganas.

Este año en cambio no hice ninguno. Este año camino a la deriva, dejándome mecer por el oleaje de mi interior de por sí variable, de suave viento que sopla en diferentes direcciones según el momento. Es una sensación de ligera embriaguez, de laxitud y tranquilidad...

Acabaré mareándome...